jueves, 17 de mayo de 2012

RESPIRANDO PAZ

Podemos sobrevivir tiempo sin comer, sin beber, sin movernos pero no sin respirar.
 Con cada inhalación la energía vital fluye por nuestro cuerpo oxigenado y aportando vida a cada célula en un intercambio eterno del que dependemos incondicionalmente.

Cuando estamos tensos la repiración cambia, acelerándose, acortándose la capacidad pulmonar, este tipo de respiración es frecuente en cuadros de estréss, de ansiedad, depresión, fobias y miedos.
Cuando atravezámos una efermedad incurable o considerada difícil de tratar, surge el  miedo a la muerte, a dejar a nuestros seres queridos y a no poder realizar nustros proyectos y a anhelos.
 El miedo nos deja congelados y sugen las preguntas:

 ¿Porque a mi?    ¿Que es lo que he hecho mal?

Toda esta tensión altera las constantes vitales y bloquea el flujo de energía. Los estudios médicos avalan el conociemento ancestral matenido por la tradiciones hindúes. Ellos saben por experiencia que la respiración es el intercambio de vida con en universo. La meditación es un punto fundamental de nuestras vidas y tomar conciencia de ello nos da la fuerza y el control sobre las emociones.

Cuando respiramos debemos de hacerlo profunda y lentamente contando hasta siete, luego hacemos una corta pausa y axhalamos lentamente contando hasta siete, hacemos otra corta pausa y  luego volvemos a empezar. Esta respiración a cuatro tiempos debe de hacerse llenando de aire  primero el abdomen y luego el tórax.Los efectos son una relajación profunda, las constantes vitales descienden,  se oxigenan los músculos y células.

 Al concentrarnos en la respiración la mente se calma, las emociones fluyen y 
se alcanza paz a través de una visión mas amplia de la vida.

 "Como el águila que observa desde el cielo las montañas y le parecen mas pequeñas"


Al tomar conciencia de la repiración desarrollaremos una herramienta efectiva que tenemos siempre al alcance y que nos libera de las prisiones del estrés.

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